Yo soy bastante contradictorio como persona, y tal vez por eso gusto de esas contraposiciones y contradicciones aparentes, así como de calificar un mismo sustantivo con dos adjetivos muy diferenciados, y hasta opuestos.
Pero creo que los opuestos sólo son extremos de una misma cosa y, por tanto, están indisolublemente unidos. Siempre enseñé, a mis alumnos de Dibujo, que no existen ni el blanco ni el negro: solamente hay grises. Brindarse, negarse...: grises. ¿No hay muchas veces en la negativa, un escondido deseo de dar? Y si todo esto es un disparate, por lo menos que lo sea poético.
Pero también creo que ese juego de oposiciones tiene una función, aunque múltiple: a veces, llamada de atención, evitar que el lector caiga dormido; a veces crear, a través del pequeño desconcierto, una tensión. Pues para mí, el trabajo creativo consiste -y la idea no es mía- en la organización de las tensiones.
Pero también creo que ese juego de oposiciones tiene una función, aunque múltiple: a veces, llamada de atención, evitar que el lector caiga dormido; a veces crear, a través del pequeño desconcierto, una tensión. Pues para mí, el trabajo creativo consiste -y la idea no es mía- en la organización de las tensiones.
"Pues para mí, el trabajo creativo consiste -y la idea no es mía- en la organización de las tensiones."
ResponderEliminarOtra enseñanza que me llevo.
Una síntesis perfecta, para algo tan dificil de definir.
Un abrazo