Qué impropios me parecen estos versos
para nombrar el pétreo desierto de tu ausencia.
Voz que no te contiene
¿podría atestiguar sus orfandades
con torpes artificios expresivos?
¡Si a sí misma no llega a revelarse!
Destrozo de tu ausencia.
Juntos tú y yo llegamos a ser algo. Menudo,
pero algo. Carente, pero algo.
Y con la vida nuestra se afianzaba y crecía,
de perfección escaso mas constante,
inseguro y no obstante balanceado.
Cuando dijiste adiós, su arquitectura
fue apenas niebla y viento.
Voz que no te atesora, no te roza... ¿y ahora
otro vano "poema enamorado"?
¡Desabrido sucedáneo light!
Qué dos primeros versos, amigo Mario...
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