lunes, 23 de mayo de 2011

VENUS ANADIOMENA

En  lúgubres portales, aguacero:
escupitajos de  la medianoche
alcoholizada, en  vela, salaz, tiesa,
con matones y chulos y ladrones,
buscavidas y broncas.
Los tubos  fluorescentes del  señuelo
guiñan cómplices ojos
a  los oscuros tordos del  malogro.
Hay zumbidos de trueque en  las esquinas,
fatigados colmillos
de la náusea y  las conchas amarillas
del disimulo en olas fraudulentas.

Encarnada  la  falda  más que breve.
Mano abierta exigiendo;
roídas uñas, labios opulentos
pendencieros, que  mercan, sonríen  y se niegan.
Iris de acero, bruno helor que tasa,
que  incita mas desprecia.
Edades y fatigas de las venas
en la arritmia del  lento taconeo.

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