sábado, 16 de julio de 2011

ECOS

    Ya los verdes de abril se desvanecen. Sobre delgados pies las amapolas, enardeciendo mayo. Y junio batihoja que mieses apareja, y agosto calcinante. Pronto vendrá noviembre, cobre, bruma; herrumbre de ramajes en tardes ambarinas; amplitudes serenas.
    ¡Qué de otoños recuerdo! ¡Qué de auroras radiantes y ocasos encendidos! Como en un viejo álbum de familia, en deslustradas fotos mi pasado. Hoja tras hoja paso, febril y enamorado. Y aquí y allá, de pronto, rescato un eco puro: un perfume, una imagen, voces, rostros... Nada más que fragmentos; pero en ellos, bate alas la vida.
  

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