miércoles, 27 de junio de 2018

OTREDADES


Asta, personaje de una novela de Barbara Vine, es una mujer danesa que vive en Londres. Aún no habla bien inglés, no puede comunicarse y se siente sola. Por dicha razón -que es, según nos dice, “una de las peores cosas que he de soportar en este horrible país extranjero”- decide llevar un diario. Este –cree ella- aliviará su soledad al proporcionarle “alguien con quien hablar” y además le permitirá “contar historias.” Sí, le agrada relatarse a sí misma todo tipo de anécdotas “tanto verdaderas como inventadas”, para evadirse de una realidad poco gratificante.

Contarse historias, en especial si son imaginarias:  una habitual tendencia  de la especie, preponderante en la infancia gracias a libros, revistas, cine. Más adelante habrá play stations, fantasías sexuales, juegos de rol… ¿Y qué son las ilusiones sino más de lo mismo, fabulaciones, castillos de naipes? Con porciones del mundo real o sin ellas, nos fabricamos un universo sustitutorio cumplidamente placentero, confeccionado a medida como un traje.  Un disfraz, que transforma nuestro yo en Otro.

Está en la naturaleza de las cosas que el crío que lee a Salgari pretenda ser el Tigre de la Malasia. (Salgari, sí; soy antiguo. Es de suponer que hoy leerán Harry Potter.)  Todos hemos deseado  alguna vez devenir otra persona, alguien mítico capaz de realizar obras superlativas. Aquello que somos y hacemos no logra colmarnos.  Falta algo. O sobra.

Recóndita tentación de la otredad. Ambigua, curiosa también: el mismísimo Superman, paradigma del Héroe sin par ¿acaso no ha querido múltiples veces, a lo largo de su dilatada carrera de papel coloreado, ser un terrícola  normal y corriente? Ironías: el ser mítico tiene siempre un elemento diferencial, un atributo que lo destaca. Es el Otro por antonomasia. Pero en esa cualidad que le confiere grandeza, reside al mismo tiempo su miseria, pues aquello que nos distingue también nos discrimina, nos singulariza: riesgo considerable en una sociedad que abomina de quienes se apartan del rebaño.

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